
Inglaterra gana por séptima vez el Torneo de las Seis Naciones tras su victoria en Italia y el triunfo estéril horas después de Francia sobre Irlanda
Inglaterra vuelve a reinar en el rugby europeo, tras ganar por 29ª vez un torneo que conquistó en sus dos primeras ediciones, 1883 y 1884. Recuperó la hegemonía en el formato de Seis Naciones, que nació en 2000 y en el que suma ya siete coronas, recuperando el mando impuesto en 2016 y 2017.
El XV de la Rosa vivió una triunfal última jornada, que llegó después del largo parón, desde marzo, debido al coronavirus. A puerta cerrada, sin el calor del público, pero con el impulso de un deporte que no sabe por naturaleza propia de excusas y sí de competitividad y orgullo.
Inglaterra, subcampeona del mundo, se labró el éxito con una segunda parte estelar en el Olímpico de Roma. No le valía el 5-10 ante Italia, pero en los siguientes 40 minutos la formación del australiano Eddie Jones se desbocó hasta encontrar el cuarto y necesario ensayo, a trece minutos de la conclusión, para llevarse cinco puntos para la general, los cuatro por la victoria esperada (5-34) y el extra al llegar a los cuatro ensayos, que acabaron siendo cinco.Los ingleses lo pudieron festejar cuando Francia cerró a favor contra Irlanda por 35-27, un resultado perfecto para la Rosa, ya que no le alcanzaba al Gallo y fulminaba al Trébol.

No tuvo que hacer cuentas Irlanda porque cedió con claridad ante Francia, 35-27. Un resultado corto para el XV del Gallo, que hubiera precisado no sólo el bonus, que se lo llevó, sino haber ganado de 32 puntos.
Inglaterra, cuatro victorias y una derrota, 18 puntos, se llevó la gloria. Francia, mismos números pero + 21 en el casillero de puntos realizados y encajados, por el +44 de los ingleses. Irlanda, tercera con tres victorias y dos derrotas, mismo balance que Escocia, que cerró ganando 10-14 en Gales, que ha cubierto una decepcionante defensa de la corona, sólo consiguiendo doblegar a la ‘cuchara de madera’ Italia.
Curiosamente, la única derrota de Inglaterra se dio en la jornada inaugural, cuando cedió 24-17 en Francia, que pagó caro el KO en Escocia, 28-17, antes de que la Covid-19 aplazara la competición.